Boca de Agua es un proyecto que hemos disfrutando desde su inicio, acompañándolo en su creación y saboreando su existencia que muy pronto podremos compartir. Entre las ramas de los arboles se balancean los monos araña y las plantas nos regalan un escape de frescura ante el sol de Quintana Roo, a un costado de la Laguna de los Siete Colores en Bacalar.
Hace unos meses, Laguna Cyprien se volvió parte de este proceso para ver crecer a Boca de Agua, una propuesta que desde su nacimiento fue pensada para existir en armonía con el hábitat; que a partir de la investigación y la toma de decisiones conscientes está buscando no replicar un discurso ambiguo de responsabilidad ecológica. Rodrigo, fundador del proyecto, compartió con nosotras una visión honesta: crear una nueva forma de hospitalidad donde las personas curiosas, que valoran la belleza de la simplicidad, puedan explorar y disfrutar momentos de conexión personal y con aquello que nos rodea.
Junto a ellos, hemos podido construir un servicio integral para que el proyecto siga desarrollándose: de manera digital, a través de su página web y redes sociales, capturando con nuestra lente el proceso de construcción a cargo de la arquitecta mexicana Frida Escobedo, quien diseñó las casa de árbol minimizando el impacto de la huella que deja una construcción en la tierra; de manera tangible, diseñando experiencias sensoriales que acompañarán a los huéspedes, con aromas que hacen honor al espacio, amenidades biodegradables para no contaminar el agua, un spa pensado en cuidar el cuerpo, y la curaduría de diseño y propuestas mexicanas para ofrecer en la tienda.
Mientras sumergimos nuestros pies en la laguna, agradecemos formar parte de un equipo consciente que tiene como prioridad a la naturaleza, a usar materiales locales y certificados, a reconectar con lo más elemental y esencial de nosotros, de lo que nos rodea, de la calma y la conexión física y mental.
Los invitamos a acompañarnos en esta aventura.
Próximamente, Boca de Agua.
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