La nostalgia de los rituales rodeados de una nube romántica nos recibieron en la Colonia Roma. En una vieja casona restaurada se encuentra Nima, un hotel acogedor que te abraza desde tu llegada.
En Nima los detalles son la clave que le dan una sensación hogareña. La combinación entre una mansión vieja de la Roma y los toques modernos nos recibieron en una especie de viaje en el tiempo. Nuestra mejor manera de describir lo que sentimos fue un apapacho de cuidados y servicios.
Los toques verdes en contraste con los colores neutros aportan a la atmósfera de comodidad que nos seguía por toda la casa. En el centro, su patio interior nos rodeó con plantas y un espacio iluminado para desayunar y tomarnos un café. Al final, Nima nos acogió en el ensueño de la CDMX.
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